Vicente Herrero Qué bonito es recordar buenos momentos que pasaste en tu vida y reconocer a cada uno de tus seres queridos.
Hola papá, ¿Cómo estás?
Perdóneme pero no le conozco.
¡Papá! Soy yo, tu hijo.
Yo no tengo hijos
Sí que tienes. Y además un nieto.
No me moleste más, me voy a mi casa.
Esta es tu casa papá.
Invadido por la ausencia de recuerdos, vive cada día como si fuera único, mientras sus seres queridos inundados en lágrimas, lo observan con tristeza y amor.
Él no recuerda, habiendo perdido los bellos momentos que pasó en su vida junto a su familia. Esa familia que sigue a su lado, dándole todo su amor, mientras él, sumido en una laguna permanente de ausencia, no puede reconocer quienes son las personas que lo cuidan y aman cada día.
Maldita enfermedad que roba toda una vida en la que aprendiste, sufriste y disfrutaste. Ahora, pudiendo contar tus mil y una batallas reunidos en familia, llega él y te arrebata esos maravillosos momentos.
«Alzheimer, ladrón de vivencias. Ladrón de recuerdos»
Comparte la noticia
Categorías de la noticia